domingo, 24 de abril de 2016

Tinta Libre: De la oscuridad del triunfo y la ética de la insignificancia

Retomamos la sección Tinta Libre, con otro micro-ensayo entorno a temas que rondan la cabeza del profesional en plena época de desarrollo y búsqueda de la identidad.

Espero que disfruteis la temática...aquí no hay imposiciones...esto es TINTA LIBRE.

De la oscuridad del triunfo y la ética de la insignificancia

Decía Montesquieu que normalmente aquellos poseedores de un gran talento suelen ser ingenuos. Esta afirmación es sorprendentemente representativa del mundo en el que vivimos. En primer lugar, porque se basa en etiquetar. El talentoso y el ingenuo. El malogrado, el trabajador, el perezoso...
Habitualmente catalogamos al que logra sus metas como "El triunfador". Vemos su parte positiva, y no valoramos sus antecedentes y consecuencias.
Mi trabajo me ha costado
Los éxitos son solo una pequeña porción en la vida del profesional. Sea en la labor que sea. En el caso de un periodista o escritor- ya que es nuestra tesitura- las victorias son fruto de un concienzudo trabajo, horas y horas de perfeccionamiento, investigación, y búsqueda de la inspiración. Momentos oscuros en los que por mucha pasión que te atrape, las ganas de tirar la toalla no escasean. Sensación de agobio, y retomando a Montesquieu de ingenuidad. Solemos creer que el talento por sí mismo vale oro. Y aunque se trata de un factor fundamental, hay otros muchos elementos decisivos para satisfacer las ambiciones profesionales y personales.

En ocasiones surge un abrumador sentimiento de insignificancia. Esa es la sensación más frustrante y horrible que se puede experimentar. Cuando descubres que García Márquez escribió "La tercera resignación" a los 20 años de edad, o Xavier Dolan dirigió su primera película a los 19 años, por la cual obtuvo tres premios en el festival de Cannes...No puedes evitar la amargura de sentirte corriente. Desprovisto de capacidad. Aun así consigues levantar la cabeza, reafirmarte en tus convicciones y continuar, luchar, pelear...esforzarte más que nunca por sobresalir entre gigantes mientras te sientes hormiga presa de un destino incierto.
Dolan...Mucho talento...mucho trabajo.


Y entonces, "al cuarto día mira al alba", la luz blanca-dorada te ilumina, tus esfuerzos reciben recompensa. Todos te aclaman, pero tus ambiciones son tan desmesuradas que la oscuridad inmediatamente te envuelve de nuevo. Por suerte, ya estás familiarizado con ella. No te pilla de sorpresa, y la acoges como compañera de camino. La cara B de los triunfos es que el mundo no se para con ellos, a la mañana siguiente deberás seguir tu camino. En la penumbra, donde nadie lo verá. Solo se apreciarán esos fogonazos de luz celestial que de forma ocasional te sacan de los tiras y aflojas con las musas. Un largo túnel iluminado por faroles estratégicamente colocados, que con un poco de fortuna y mucho trabajo, te acabará conduciendo a la claridad absoluta; el altar de la eternidad.






SI
Puedes soñar sin que los sueños, imperiosamente te dominen;
Si puedes pensar, sin que los pensamientos sean tu objeto único;
Si puedes encararte con el triunfo y el desastre, y tratar
de la misma manera a esos dos impostores;
Si puedes aguantar que a la verdad por ti expuesta
la veas retorcida por los pícaros,
para convertirla en lazo de los tontos,
O contemplar que las cosas a que diste tu vida se han deshecho,
y agacharte y construirlas de nuevo,
aunque sea con gastados instrumentos!

SI
Eres capaz de juntar, en un solo haz, todos tus triunfos
y arriesgarlos, a cara o cruz, en una sola vuelta
Y si perdieras, empezar otra vez como cuando empezaste
Y nunca mas exhalar una palabra sobre la perdida sufrida!
Si puedes obligar a tu corazón, a tus fibras y a tus nervios,
a que te obedezcan aun después de haber desfallecido
Y que así se mantengan, hasta que en ti no haya otra cosa
que la voluntad gritando: ?persistid, es la orden!!?






Rudyard Kipling



1 comentario:

  1. No podría estar más de acuerdo con el mensaje que creo intentas mandar. Está claro que hay que luchar para alcanzar lo que la sociedad conoce como "triunfo" y sí, hay mucha lucha detrás de ello. Algunos lo han alcanzado más jóvenes, a otros nos llegará nuestro momento antes de darnos cuenta y es cuando nos daremos cuenta de que el camino ha merecido la pena, y lo que es mejor: que no acaba ahí.

    PD: Me ha encantado, como prácticamente todo lo que escribes, Andrés :)

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